Omar Wicab
A Raúl de la Peña, mi amigo.
2 de octubre de 2011. A pesar de la aprobación por parte del parlamento Griego de las medidas de austeridad solicitadas por las naciones europeas, y la aprobación del paquete de ayuda por el parlamento Alemán (esta semana), no cabe duda de que estamos en un nuevo capítulo de la serie de eventos que se han venido desencadenando a consecuencia de la crisis de la deuda (pública y privada) en Europa, de las disputas políticas internas en los Estados Unidos entre conservadores y demócratas (por no decir, la extrema derecha norteamericana y el centroizquierda de los Estados Unidos), y ahora ‐y este es el nuevo ingrediente‐ el contagio al resto del mundo: China, parece continuar con problemas y el sector de la construcción está comenzando a verse afectado. Y las naciones emergentes han empezado a resentir el peso de las fluctuaciones financieras y monetarias en el mundo, la caída en los precios de algunas commodities (el oro, la plata, el cobre, etc.), y de persistir la apreciación del dólar, la posibilidad de empezar a enfrentar los problemas con los créditos en esa moneda. Esto último, unido a las consecuencias que en Japón está teniendo el terremoto y posterior tsunami, parecen configurar un escenario bastante pesimista de la situación económica
mundial.
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1 comentario:
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