Anta Alamanou, coordinador del programa de Klimaka (organización no gubernamental que ofrece apoyo a los sin techo), cuenta que cada semana unas 200 personas llegan al lugar para ducharse y recibir comida, primeros auxilios y ropa limpia. En un comedor cercano, aproximadamente 300 personas hacen también fila cada día para recibir un plato de comida caliente. Cuando abrió, hace una década, recibía unos 75 visitantes diarios.
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