domingo, 30 de diciembre de 2012

3.5% la Perspectiva de Crecimiento de la Economía Mexicana para 2013: SHCP

El informe semanal del vocero de la SHCP de la semana del 24 al 28 de diciembre nos da a conocer las Perspectivas Económicas de ocho de las más influyentes instituciones económicas en materia de elaboración de pronóstico económico. Aunque estos pronósticos se ajustan en el transcurso del tiempo, el pronóstico económico para 2013 está caracterizado por su alta dependencia respecto del comportamiento de la economía estadounidense.


Según el Banco de América-Merril Lynch México podría registrar el próximo año "una tasa de crecimiento económico de 2.8%, que aumentaría hasta 3.5%, cuando Estados Unidos recupere un ritmo mayor de crecimiento". Apuntó Merryl Lynch que “si Estados Unidos logra crecer más allá del 2%, entonces México podrá tener un crecimiento más cercano al 3.5% en 2013”.

Como reestablecer la Economía como una Ciencia Social realista y relevante

Según el economista sueco Lars Syll, la Ciencia Económica requiere por lo menos de cinco decisivos cambios para que pueda recuperar su credibilidad. Sintéticamente, estos son:

  1. Dejar de fingir que poseemos una respuesta rigurosa y exacta para todos los problemas económicos.
  2. Detener la infantil y exagerada creencia de que las Matemáticas nos dan una respuesta para los problemas económicos importantes.
  3. Dejar de pretender que existen leyes en Economía.
  4. Detener el tratamiento de otras Ciencias Sociales como parientes pobres.
  5. Detener la construcción de modelos y pronósticos sobre el futuro basados en macro-modelos con micro-fundamentos irreales como agentes representativos que optimizan como los robots y con expectativas racionales.
El trabajo de Lars Syll, como el de miles de Economistas en el mundo hace una revisión crítica sobre la construcción, las recomendaciones y los pobres resultados mostrados por el pensamiento económico dominante. Quienes tenemos el privilegio de ejercer la docencia en el campo de la Ciencia Económica, estamos obligados a revisar de manera constante la capacidad explicativa y las recomendaciones de los modelos que enseñamos en la práctica diaria de la docencia.





sábado, 29 de diciembre de 2012

Luis Videgaray y el Paquete Económico 2013


Con motivo de la aprobación del paquete económico 2013, Luis Videgaray, Secretario de Hacienda y Crédito Público del gabinete de Enrique Peña Nieto sostuvo una conversación con la prensa especializada en asuntos económicos en la cual es posible saber más sobre sus posturas en materia de política económica. Aquí un fragmento de su pensamiento:

"Creo que el déficit público o el superávit, son instrumentos para el manejo de la política económica, no creemos en que haya una regla que sea aplicable para todo momento 
en el tiempo".

Luis Videgaray

Parece que no hay culto al Consenso de Washington y que lo que veremos será un manejo cuidadoso de los instrumentos de política económica hasta donde el Congreso, las condiciones económicas internas y externas se los permitan. Estaremos atentos a la evolución de la política fiscal en nuestro país.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Luis Rubio sobre el "Pacto por México"


EL ABUSO DE LA MONCLOA


Luis Rubio (CIDAC)



El gran ausente en la política mexicana es un acuerdo sobre el cómo. A pesar de ello, todo mundo está enfocado en el qué. El Pacto firmando la semana pasada tiene un enorme simbolismo político por tantos años de polarización y no pretendo minimizar su trascendencia. Pero el desencuentro central de la política mexicana reside en el cómo, porque esta carencia impide conducir los asuntos públicos de una manera sana, sensata y para beneficio del desarrollo y de la ciudadanía. Por necesidad, un pacto sobre el qué acaba siendo vago y general, algo inevitable porque no es posible, ni lógico o deseable, pretender un acuerdo detallado sobre objetivos.

La elección presidencial de hace unos meses decidió quien gobernaría al país y con qué programa. El proyecto presentado por el candidato ganador es distinto al de los otros partidos y ese es el que presumiblemente servirá de base para el nuevo gobierno. No tiene por qué haber disputa respecto al hecho de que los objetivos que perseguirá Peña Nieto sean distintos a los que preferirían otros partidos: eso es lo que los electores decidieron. A los otros partidos o a muchos mexicanos nos podrá gustar o no lo que propone, pero la regla del juego -el voto en las elecciones- decidió el programa a seguirse. Es decir, el procedimiento para optar fue el electoral; una vez que los electores tomaron una decisión, lo que sigue es apegarse al resultado y consensar los objetivos tanto como el entorno lo permita y las necesidades de legislación lo requieran.

En una democracia, los procedimientos constituyen la clave de la convivencia pacífica. Los procedimientos sirven para escoger a quien nos gobernará, a quien servirá de contrapeso en el congreso y cómo se vigilará al gobierno para que no abuse. Las reglas del juego que conforman la operación del sistema político son la clave del funcionamiento del país y es ahí donde estamos atorados. Es ahí donde debemos enfocarnos.

Los objetivos comunes siempre son inevitablemente abstractos. Por eso es indispensable acordar procedimientos. De por si, no existe acuerdo respecto a cosas tan elementales como que las elecciones deciden quién nos gobernará o sobre la forma en que se supervisará al gobierno en funciones. En una democracia madura, los actores -partidos, funcionarios, políticos, legisladores- aceptan los procedimientos como sacrosantos y se dedican a competir por sus objetivos y programas en el plano electoral. Pasadas las elecciones, cada quien se apega a la función que le corresponde: unos como gobernantes, otros como contrapeso. Pero en el México de hoy todo mundo quiere gobernar y el gobierno no quiere ser vigilado. Así no es posible avanzar.

Para resolver estos entuertos, es frecuente la invocación de los pactos de La Moncloa como modelo a seguir. El planteamiento es un tanto enigmático porque se le atribuyen características que no fueron las relevantes.

Los pactos de La Moncloa no acordaron "el qué". El tema en la agenda en aquel momento era relativo a precios y salarios, asuntos cruciales pero de menor trascendencia política. La trascendencia de aquella reunión en particular tuvo que ver precisamente con lo que en México no hemos logrado: acuerdos de procedimiento. 

En un contexto complejo luego de la muerte del dictador, Adolfo Suárez enfrentaba severos problemas económicos. Además, aunque Franco había dejado una estructura de sucesión de su preferencia, España vivía una enorme efervescencia y expectación política. El resto de Europa avanzaba en su proyecto unificador y España languidecía. En teoría, Adolfo Suárez pudo haber intentado navegar el momento económico y salir adelante con los instrumentos que tenía a su alcance. Sin embargo, su genialidad y grandeza política residió en el hecho de que optó por convocar a todas las fuerzas políticas para unificar al país y establecer un acuerdo sobre los procedimientos que servirían para conducir el futuro de su nación.

Más allá de los temas específicos que se acordaron en aquél día en 1977 (muchos económicos), los dos temas trascendentes fueron, primero, el hecho de que ahí estaban presentes todas las fuerzas políticas y económicas relevantes, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha, los empresarios y los sindicatos. Luego de décadas de exclusión, la presencia de todas esas fuerzas, comenzando por figuras icónicas venidas del exilio como Dolores Ibárruri La Pasionaria y Santiago Carrillo, cambió el contexto nacional. La presencia hablaba por sí misma. 

Segundo, de haber pretendido Suárez imponer su visión del mundo, todo el entramado que condujo a esa reunión se habría venido al suelo. Suárez propuso la adopción de un conjunto de temas específicos relativos al momento español (y que fueron aprobados por Las Cortes en los días sucesivos). Pero la clave de los Pactos fue la aceptación implícita de la legalidad franquista mientras se redactaba y adoptaba una nueva constitución. Es decir, se acordó el procedimiento por medio del cual la España heredera del franquismo transitaría hacia una democracia plena. Nadie acordó el contenido de la nueva constitución ni la forma en que se administrarían las empresas del Estado o la forma de concesionar los medios. Esos asuntos serían decisión de un futuro gobierno. Los acuerdos fueron sobre cómo se decidiría y no sobre qué se decidiría. Esa fue la clave de su éxito.

El “Pacto por México” reunió a las principales fuerzas políticas y ese es su enorme valor político. En lo personal, coincido con el contenido y reconozco su trascendencia. Sin embargo, el hecho de que, para lograr el consenso, se tuvieran que eliminar detalles que se encontraban en la propuesta inicial habla por sí mismo. Esto era inevitable porque es lógico que no todos los partidos o sus facciones estén dispuestos a suscribir un pacto. La razón es doble: por una parte, es natural y legítimo que existan diferencias sustantivas entre los partidos y entre los políticos respecto a las políticas públicas y a las reformas. Seria absurdo suponer lo contrario. Por otra parte, en ausencia de un consenso respecto a los procedimientos (la esencia de los Pactos de la Moncloa), cualquier excusa sirve para que afloren pugnas y diferencias que nada tienen que ver con el asunto inmediato. 

Los mexicanos elegimos al gobierno que hoy está a cargo y, como ya lo hace, ahora es su responsabilidad negociar sus prioridades con las diversas fuerzas políticas. El conjunto decidirá lo que transita. Mi impresión es que su éxito –y su legado y rentabilidad social y política- serán mucho mayores y perdurables si logra un acuerdo de procedimientos que si pretende una inasible unanimidad de objetivos.   

jueves, 13 de diciembre de 2012

Videgaray y el culto a la falacia del Déficit Presupuestal de Equilibrio

El pasado primero de diciembre, Enrique Peña Nieto hizo el anuncio de trece decisiones presidenciales entre las cuales destaca una en materia económica y presupuestal. Ese día expresó: "en los próximos días pondré a consideración del Congreso de la Unión el Paquete Económico 2013, con un cero déficit presupuestal. La solidez de las finanzas públicas seguirá siendo pilar en la conducción de la economía nacional." Una semana después cumplió. El presupuesto 2013 incorpora la idea del déficit presupuestal cero. Con ello, se renuncia al financiamiento deficitario del gasto público para incidir en el comportamiento de la demanda agregada, de la inversión, del crecimiento económico y el empleo. Se renuncia a la posibilidad de instrumentar una política fiscal capaz de incidir en el comportamiento del ciclo económico. Es verdad, se gana en reputación internacional, pues se manda al mundo de las finanzas internacionales el mensaje de que el gobierno de Peña Nieto será un gobierno conservador en materia de finanzas públicas; aunque muchos nos preguntamos si no serán suficientes más de tres décadas de politicas conservadoras en la materia.


Ésta decisión, sin lugar a dudas facturada en el área de Economía que comanda Luis Videgaray, en el contexto de una economía mundial que ha disminuido su crecimiento económico y que amenaza con mantenerse así durante los próximos años, constituye una renuncia a la posibilidad de hacer uso de los pocos recursos de política fiscal que posee el gobierno mexicano para alentar el crecimiento económico en nuestro país.

Sobre este asunto, no pocos economistas en el país habrán de pronunciarse al respecto, unos lo harán a favor y otros en contra. En este sentido, el Dr. Alejandro Villagómez quien es uno de los estudiosos más serios en nuestro país sobre temas relacionados con la macroeconomía de las finanzas públicas nos regala una valiosísima reflexión en torno a este tema.


Sobre el tema el Dr. Villagómez ha escrito: "Pareciera que el déficit cero se ha convertido en un fín y no en un medio para alcanzar mayor crecimiento. Esto último es una restricción adicional. Creo que si queremos ver un cambio cualitativo en política fiscal, es momento de que la nueva autoridad demuestre su destreza en el manejo macroeconómico en esta materia. Existen varias posibilidades, como por ejemplo adoptar el concepto de déficit estructural como lo he mencionado desde hace años. Lo importante es mostrar que es posible que nuestro país alcance mayores tasas de crecimiento sin poner en riesgo su posición fiscal".

Ya líneas atrás en su valiosísima reflexión, el Dr. Villagómez, claridoso, nos había regalado una perla de colección: "...si la idea es seguir pensando que lo único relevante es mantener un déficit cero, entonces en realidad no requiero de un macroeconomista. Basta con tener un buen contador que mantenga bajo control las cuentas públicas."

Un artículo, el del Dr. Villágomez que vale la pena leer. Un tema sobre el cual no existen consensos únicos y que divide a los economistas. Es hora de revisar la importancia del uso del gasto público para apuntalar los grandes proyectos de inversión pública y social que exige nuestro país. Las propuestas del Dr. Villagómez son viables y necesarias. Nos unimos a las propuestas que plantea nuestro reputado macroeconomista. 

martes, 11 de diciembre de 2012

2 de cada 3 Nayaritas en la informalidad laboral: INEGI

Está en circulación el estudio publicado por el INEGI  en el cual se presentan los resultados de la medición del empleo informal en México, con base en el manual dado a conocer de manera oficial por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el pasado 31 de octubre de 2012.

Según dicha publicación "El empleo informal, o medición ampliada de informalidad, añade, a la definición de trabajo informal que venía difundiendo el INEGI, las siguientes categorías: el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subordinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social." 

En "ECONOMÍA DESDE NAYARIT" hemos dado seguimiento puntual a este fenómeno económico el cual constituye uno de los resultados fundamentales de la estrategia económica implementada desde principios de la década de los ochenta en nuestro país: la incapacidad para crear empleo formal, empleo de calidad, empleo con estabilidad y acceso a la seguridad social. Millones de mexicanos han sido arrojados al espacio económico de la informalidad, de la incertidumbre, de la baja productividad y de los bajos ingresos.



Este fenómeno, requiere ser estudiado con más detalle, pues en el espacio de lo local, de lo regional, hay entidades federativas como Oaxaca, Guerrero y Chiapas cuya tasa de informalidad laboral es de 80.8% en los dos primeros estados y de 76.5% en el caso del tercero. En Nayarit, como bien lo había estimado la empresa consultora @regional y ahora es confirmado por el INEGI, el porcentaje de población económicamente ocupada en la informalidad es de 66.0%, es decir 2 de cada 3 nayaritas laboran sin certidumbre laboral, sin estabilidad de ingresos y sin acceso a la seguridad social.

Un proyecto de vida fundado en el ingreso inestable, en la incertidumbre laboral genera conductas y formas de relacionarse en sociedad nuevas. Propicia formas de expresión y organización política nuevas. Desde las que van asociadas al creciente protagonismo social del lumpenazgo a través de la anarquía y el desorden social -como ocurrió el pasado primero de diciembre- hasta las asociadas a la creciente participación juvenil en los ejércitos de la delincuencia organizada (prostitución, robo de autos, casas-habitación, establecimientos comerciales y transporte público de mercancias, robo de infantes, secuestro, extorsión, robo de derechos de autor para la producción de todo tipo de mercancia (música, cine, ropa, calzado, relojes, aparatos eléctricos, etc), producción, trasiego y comercialización de drogas, y un largo etcétera de actividades ilícitas que corroen la vida pública de nuestra ciudadanía y de nuestras instituciones. Pero también hay otro rostro de la informalidad: el que tiene que ver con historias de éxito, de micro y pequeñas empresas familiares que han logrado generar condiciones para el desarrollo de familias enteras que se ocupan en las actividades relacionadas con la empresa. La informalidad es un fenómeno al que los economistas ya le empiezan a dedicar una parte de su atención. Esperemos que pronto veamos propuestas de políticas públicas que nos permitan convertir a una parte importante de los ejércitos de la informalidad en formalidad laboral y económica en México y en Nayarit.

Aquí el enlace a dos excelentes trabajos que abordan diversas aristas de la informalidad en México:

¿Qué tan informales somos hablando de informalidad? Norma Samaniego y Ciro Murayama

Seguridad Social Universal: un camino para México. Santiago Levy

domingo, 9 de diciembre de 2012

La perspectiva de Gerardo Esquivel sobre las 13 propuestas y el Pacto por México

Gerardo Esquivel nos comparte una reflexión en torno a las 13 Propuestas presentadas por Enrique Peña Nieto con motivo de su toma de protesta como presidente de México así como sobre las implicaciones del Pacto por México. Aquí un botón de muestra sobre este artículo publicado en el diario español El País:

"El nuevo Gobierno inmediatamente se aprestó a diferenciarse de su antecesor y cambió el agotado discurso del combate al narcotráfico y al crimen organizado que caracterizó a la Administración anterior por un discurso centrado en temas de crecimiento económico y política social. (...) Estos acontecimientos (el cambio de discurso, el énfasis en lo económico-social y el acuerdo político) dieron lugar de manera casi inmediata a una ola de efervescencia y entusiasmo por las perspectivas económicas del país. Todo ello aunado a una buena prensa en medios internacionales (como la reciente portada y análisis de The Economist titulado ‘The rise of Mexico’ [el ascenso de México]) incluso parecieron opacar, al menos mediáticamente, las protestas y los enfrentamientos que ocurrieron el día de la toma de posesión de Peña Nieto." 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Las razones de Carstens para estudiar Economía

Interesante entrevista realiza el suplemento dominical del Diario Milenio a Agustin Carstens, Presidente del Banco de México, donde entre otras cosas nos comparte las razones que tuvo para enrolarse en el apasionante mundo de la Ciencia Económica: He aquí una muestra de la entrevista:

"Una parte interesante de la Economía es que no es una disciplina independiente y que depende de muchas otras cosas, como la Sociología, la Historia, entender las culturas, la gente, la Política y también tiene un rigor analítico...La Economía es la intersección de muchas disciplinas a la vez, y creo que ese fue el aspecto que a mí más me gustó. También es atractivo el impacto que tiene sobre la población en general y eso a su vez se refleja en las dimensiones políticas".

Aquí la dirección del enlace a la entrevista.