El sábado 18 de enero publiqué en este Blog el artículo de Mary Anastasia O´Grady del Wall Street Journal titulado "El derrumbe de la Economía Argentina". Me pareció un Editorial duro pero muy visualizador sobre lo que podía ocurrir con el futuro de la economía argentina. (Confieso que meses atrás había leído el excelente trabajo de Valeria Moy titulado "2 Argentinas" compartido por la revista Conexión del ITAM con sus egresados y publicado originalmente por la Revista Foreign Affairs Latinoamérica en el cual ya se veía venir lo que hoy está sucediendo). En respuesta al trabajo de O´Grady, Emir Sader calificó de golpista la perspectiva planteada en el Wall Street Journal y defendió el trabajo de los Kirchner al frente de Argentina.
Pero la realidad es necia...dura.
Tan solo dos semanas después, las premoniciones expuestas en el Wall Street Journal se hacían realidad: el peso argentino sufrió una devaluación del 60% con las implicaciones que ya conocemos: inflación, altos costos de producción, cierre de empresas y desempleo. Pero también hay una confrontación entre el gabinete económico de Cristina Kirchner y un grupo de importantes transnacionales entre las cuales se encuentra Shell que genera un clima de inestabilidad económica y política.
En el eventual fracaso de la política macroeconómica de Argentina hay mucho en juego no solo para esa economía; sus implicaciones para el resto de América Latina y para quienes pensamos que es necesario ir más allá de la ortodoxia económica dominante e impulsar un modelo más incluyente y sostenible representa la posibilidad de una derrota; la inviabilidad en el corto plazo de un modelo alternativo al impuesto por la globalidad en todas sus dimensiones.
O quizá no sea nada más que el pago de los excesos tan bien conocidos por la economía dominante y que Axel Kicillof pretendió ignorar y desconocer.
Un episodio profundamente lamentable, pues como todos sabemos: cuando la tragedia se repite se convierte en comedia y si de algo saben los argentinos es de política monetaria y parecieran haber ignorado las lecciones del pasado inmediato.
En el eventual fracaso de la política macroeconómica de Argentina hay mucho en juego no solo para esa economía; sus implicaciones para el resto de América Latina y para quienes pensamos que es necesario ir más allá de la ortodoxia económica dominante e impulsar un modelo más incluyente y sostenible representa la posibilidad de una derrota; la inviabilidad en el corto plazo de un modelo alternativo al impuesto por la globalidad en todas sus dimensiones.
O quizá no sea nada más que el pago de los excesos tan bien conocidos por la economía dominante y que Axel Kicillof pretendió ignorar y desconocer.
Un episodio profundamente lamentable, pues como todos sabemos: cuando la tragedia se repite se convierte en comedia y si de algo saben los argentinos es de política monetaria y parecieran haber ignorado las lecciones del pasado inmediato.
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