SUMITOMO: UN APUNTE SOBRE LAS HUELLAS DE LA INDUSTRIA MAQUILADORA EN NAYARIT

Introducción

La crisis económico-financiera de 1982 en México es el punto de partida del modelo económico instrumentado en nuestro país desde mediados de la década de los ochenta hasta nuestro días. Dicho modelo se ha  caracterizado fundamentalmente por una drástica disminución de la presencia del gobierno en la actividad económica productiva para dar paso al sector privado nacional e internacional, además de un profundo proceso de apertura económica y financiera con el resto del mundo.

Nayarit se ha vinculado a dicho proceso esencialmente a través del turismo en Bahía de Banderas, Compostela y San Blas, de los inmigrantes y sus remesas y en mucho menor medida a través de las exportaciones agrícolas y de la incipiente industria maquiladora. Sobre esta última me propongo presentar un comentario.

Las maquiladoras según Jorge Tovar Montañez son: "Centros de trabajo cuya actividad se concentra en el ensamblaje, transformación y/o reparación de componentes destinados a la exportación, como condición necesaria y suficiente para su operación; gozan de un régimen fiscal de excepción lo cual les permite importar insumos sin pagar aranceles y exportar pagando solamente un arancel que fue agregado en México. Otro rasgo clave es que operan bajo el concepto globalizador de "aprovechar las ventajas competitivas" que en este caso es la mano de obra barata de los mexicanos, mayoritariamente femenina".

La historia de la industria maquiladora en Nayarit, como se puede ver en el cuadro de abajo, es la historia del desencuentro entre nuestro geografía económica y la empresa transnacional. Todas las maquiladoras que se instalaron en territorio nayarita desde 1986 hasta 2011 cerraron. Ninguna sobrevivió. El detalle de esta historia y sus enseñanzas para las presentes y futuras administraciones gubernamentales están pendientes de escribirse. Contribuir a subrayar las luces y sombras de esta apuesta de la política económica en México y en Nayarit es el modesto objetivo de la presente nota.

I. Breve crónica de una empresa anunciada: SUMITOMO DE NAYARIT

El 19 de septiembre de 2011, en su toma de protesta como Gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda hizo el anuncio de la instalación de una empresa de auto-partes de origen japonés que en su primera etapa crearía 2500 empleos hasta llegar a los 5000. No dijo el nombre de la empresa ni donde se instalaría. La secrecía del anuncio, la ausencia de mayor información al respecto y un contexto económico internacional particularmente recesivo hacían dudar a no pocos especialistas sobre la viabilidad del anuncio hecho (véase: Cambio de Gobierno en Nayarit, se va Ney, llega Roberto).

Sería hasta el mes de enero de 2012 que se daría a conocer el nombre de la empresa que se instalaría en Nayarit, con una inversión inicial de 300 millones de pesos y haciendo uso de las instalaciones propiedad del gobierno del estado de Nayarit en Ciudad Industrial en un comodato que exenta del pago de renta a la empresa maquiladora de arneses durante cinco años. (Véase: SUMITOMO es el nombre de la empresa de origen japonés que se instalará en Nayarit según la SEDECO)

Detrás del espectacular anuncio hecho por Roberto Sandoval Castañeda en su toma de protesta como Gobernador estaba un hombre clave: Alonso Villaseñor Anguiano, Secretario de Desarrollo Económico de la administración gubernamental 2005-2011 al cual se le había concedido la confianza de mantenerse al frente de dicha cartera hasta finalizar exitosamente las negociaciones con SUMITOMO (segundo de izquierda a derecha en la foto de abajo). La importancia de la urgente necesidad de generación de empleo formal estaba presente en la decisión tomada por el ejecutivo. 

Villaseñor Anguiano mantuvo como premisas en la conducción de las negociaciones con SUMITOMO la necesidad de privilegiar la contratación de obreros y técnicos nayaritas, que las posiciones ejecutivas de la empresa en Nayarit fuesen para los locales y que la empresa se domiciliara para efectos fiscales en el estado. A la fecha, SUMITOMO emplea a 756 obreros nayaritas y tres de los cinco ejecutivos son originarios de nuestro estado. Predominan las mujeres sobre los hombres en una proporción de 70% y 30% respectivamente y el promedio de edad ronda los 25 años de edad. 

Una de las externalidades positivas de la instalación de SUMITOMO en Nayarit, ha sido la repatriación creciente de técnicos e ingenieros nayaritas que se encontraban laborando en otras entidades de la república, dada la escasa existencia de industria en nuestro estado. En la foto de abajo se puede ver al Ing. Miguel Alcalá Arias quien es egresado del Instituto Tecnológico de Tepic, el cual laboraba para la General Motors en Silao Guanajuato y hoy se encuentra trabajando en su estado. Como él, hay varios técnicos e ingenieros nayaritas para quienes SUMITOMO ha significado la posibilidad de regresar a su matria. 

Similar condición es la del C. P. León García (enmedio en la foto de abajo), Gerente de Administración y Recursos Humanos quien es egresado de la Licenciatura en Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Nayarit y se encuentra flanqueado por los Maestros Juan José Mendoza Alvarado y Francisco Robles ambos profesores-investigadores en la Unidad Académica de Economía de la Universidad Autónoma de Nayarit.

 II. Condiciones Generales de Trabajo en SUMITOMO DE NAYARIT

En SUMITOMO DE NAYARIT, laboran 756 trabajadores nayaritas que se distribuyen en dos turnos de trabajo: el primero de 7:00 hrs. a. m. a 16.30 hrs p. m. y el segundo de 16:35 p, m. a 1:30 a. m.. El salario promedio es de $ 850.00 semanales con todas las prestaciones de ley: acceso al IMSS, Infonavit y Fonacot. Existe la promesa de acceder a remuneraciones extraodinarias por conceptos relacionados con productividad, los cuales empezaran a operar una vez que los trabajadores cumplan un año laborando para la empresa.

Como se sabe, una de las debilidades de la empresa maquiladora establecida en nuestro país es el alto grado de movilidad laboral que enfrentan como resultado de las condiciones de bajo ingreso a que se ven sometidos quienes laboran para este tipo de empresas. Este fenómeno aún no se presenta en SUMITOMO DE NAYARIT quien tiene una lista de más de 200 solicitudes de trabajo en lista de espera.

SUMITOMO DE NAYARIT produce un promedio de 10,000 arneses diarios para los modelos de autos MAZDA, CRV, RDX y ACCORD y su destino final se localiza en la ensambladora de la HONDA que se localiza en el Salto, Jalisco. 

Actualmente, con la instalación de la planta de MAZDA en Salamanca, Guanajuato donde se ensamblarán el MAZDA 2 y el MAZDA 3 existe una expectativa extraordinaria de crecimiento para SUMITOMO DE NAYARIT quien ya se encuentra trabajando en el diseño experimental del arnés que estará produciendo para dicha empresa. El problema es que las instalaciones que ocupa en Cd. Industrial ya las está ocupando prácticamente al 100% y requerirá de mayor espacio en el futuro inmediato.

III. Consideraciones Preliminares

1. La empresa maquiladora que opera en nuestro estado y en nuestro país, descansa en un modus operandi que no favorece los efectos de arrastre para promover el crecimiento de toda la economía: importar insumos, ensamblarlos y reenviarlos a una casa matriz es sinónimo de exportar mano de obra barata. Los diferenciales salariales entre Estados Unidos y México de un trabajador industrial son abismales: entre 8 y 10 dólares por hora se le paga a un obrero norteamericano mientras que a un obrero mexicano se le paga entre 1.2 y 1.3 dólares la hora. Sólo en el sur de Asia y China se pagaban salarios más bajos que en las maquiladoras mexicanas; actualmente, esta diferencia ha desaparecido y tenemos el poco honroso mérito de competir en salarios bajos con esa región del mundo.
2. Esta no puede ser la apuesta presente ni de futuro para la economía de México en general ni para los trabajadores en particular.
3. Las dificultades para crear trabajo de calidad de la economía mexicana y en particular de la de Nayarit -recordemos que en nuestro estado, según el INEGI, dos de cada tres personas ocupadas se encuentran en la informalidad laboral-, nos obligan a valorar las aportaciones que una empresa como SUMITOMO DE NAYARIT realiza para los nayaritas: creación de empleo formal durante diez años por lo menos y la despresurización social que representa que hoy 750 trabajadores nayaritas tengan acceso a financiamiento para vivienda a través del INFONAVIT así como al Instituto Mexicano del Seguro Social (con la expectativa de incrementar la planta laboral hasta los 5 mil trabajadores en su mejor momento). El beneficio no es despreciable especialmente si consideramos que la opción frente a SUMITOMO son la informalidad laboral, la emigración al interior de la república o el extranjero, la delincuencia y el desempleo.

Nadie podrá negar las "externalidades positivas" de que tengamos SUMITOMO DE NAYARIT en nuestro estado; nadie debería de sentirse satisfecho de que este sea el presente y futuro laboral de los trabajadores nayaritas y de nuestro país.