ROMA, la serie de HBO-TV
Primera temporada, 2005
Juan José Mendoza Alvarado
Ambientada durante los años de transición de la república al Imperio Romano, entre los años 52 y 44 a.c., Roma, la serie de HBO-TV, primera temporada, es una excelente recreación histórica sobre algunos estereotipos propios de la época que las series de televisión saben utilizar muy bien: sangrientos enfrentamientos entre ejércitos a punta de lanzas y espadas; mujeres que esperan que sus hombres regresen de la guerra; infidelidades; la guerra como la continuación de la política (el Senado republicano dominado por Pompeyo Magno en alianza con Catón y Escipión, declara a Julio César enemigo de Roma; sobreviene la guerra entre los propios romanos); divisiones al interior de las familias por la adhesión a bandos en pugna; intriga, traiciones, asesinatos; esculturales cuerpos de mujeres nobles y prostitutas fornicando; hombres que fueron semidioses derrumbados suplicando piedad y clemencia; mujeres y hombres pidiendo a los dioses su gracia; religión, fe y superstición; las enfermedades y el comercio de esclavos; Julio César sufriendo un ataque epiléptico; una Cleopatra drogadicta y entregada al cónsul romano, todo esto y mucho más se puede encontrar en ésta que no dudo en llamar excelente serie de televisión.
La Historia es contexto, tiempo y circunstancia. Roma, la serie de televisión, nos muestra más la parte que tiene que ver con la condición humana de los hombres y mujeres que hicieron la historia del periodo en que se ubica la producción en comento: la microhistoria. El carácter de los hombres, sus aptitudes para la intriga y el halago, el pensamiento y la confrontación estratégica, su atracción por el sexo, la lucha entre el juicio y el apetito. Uno no puede evitar comparar esa época con la que estamos viviendo. En todos los terrenos: sobre el porqué de las guerras; sobre las motivaciones de los hombres para luchar por el poder; el sexo a cambio de favores; lealtades y deslealtades entre hombres y mujeres; la religión administrada por vivales; la continuación de la política por medio de la guerra, la intriga y el asesinato; los negocios, la empresa, la pillería y la extorsión; el uso de las bardas y el panfleto para la denuncia política. ¡Qué semejanza entre los hombres de aquella época y la actual! ¡Qué semejanza entre aquellos tiempos y la época actual!
Los amantes de la historia, especialmente aquellos que se formaron en una visión crítica de la misma, pudieran ser muy duros a la hora de enjuiciar ésta serie de televisión. Y tal vez tengan razón. Apenas sí una breve imagen en relación al esclavismo y su importancia económica, si bien está presente a lo largo de la serie en voz y cuerpo de la servidumbre. Apenas sí algunas tímidas alusiones a los botines de guerra, saqueos, expropiaciones y repartición de tierras de la época. Evidentemente no se trata de un documental histórico; quienes quieran encontrar en ésta serie una lección de historia pura no la encontrarán, perderán su tiempo. No obstante, quienes intenten ir más allá de las condiciones materiales de la época y de sus contradicciones económicas, políticas y sociales; podrán recrearse en los usos y costumbres de la sociedad romana de estos tiempos de la mano de Lucio Vorenus y Tito Pullo.
Cien millones de dólares para 624 minutos de producción, excelentes locaciones, magistrales actuaciones, sonorización extraordinaria y diálogos inteligentes hacen de Roma, la serie de HBO-TV algo digno de verse para pasar un buen fin de semana.
Véase: http://www.hbo.com/rome/
Primera temporada, 2005
Juan José Mendoza Alvarado
Ambientada durante los años de transición de la república al Imperio Romano, entre los años 52 y 44 a.c., Roma, la serie de HBO-TV, primera temporada, es una excelente recreación histórica sobre algunos estereotipos propios de la época que las series de televisión saben utilizar muy bien: sangrientos enfrentamientos entre ejércitos a punta de lanzas y espadas; mujeres que esperan que sus hombres regresen de la guerra; infidelidades; la guerra como la continuación de la política (el Senado republicano dominado por Pompeyo Magno en alianza con Catón y Escipión, declara a Julio César enemigo de Roma; sobreviene la guerra entre los propios romanos); divisiones al interior de las familias por la adhesión a bandos en pugna; intriga, traiciones, asesinatos; esculturales cuerpos de mujeres nobles y prostitutas fornicando; hombres que fueron semidioses derrumbados suplicando piedad y clemencia; mujeres y hombres pidiendo a los dioses su gracia; religión, fe y superstición; las enfermedades y el comercio de esclavos; Julio César sufriendo un ataque epiléptico; una Cleopatra drogadicta y entregada al cónsul romano, todo esto y mucho más se puede encontrar en ésta que no dudo en llamar excelente serie de televisión.
La Historia es contexto, tiempo y circunstancia. Roma, la serie de televisión, nos muestra más la parte que tiene que ver con la condición humana de los hombres y mujeres que hicieron la historia del periodo en que se ubica la producción en comento: la microhistoria. El carácter de los hombres, sus aptitudes para la intriga y el halago, el pensamiento y la confrontación estratégica, su atracción por el sexo, la lucha entre el juicio y el apetito. Uno no puede evitar comparar esa época con la que estamos viviendo. En todos los terrenos: sobre el porqué de las guerras; sobre las motivaciones de los hombres para luchar por el poder; el sexo a cambio de favores; lealtades y deslealtades entre hombres y mujeres; la religión administrada por vivales; la continuación de la política por medio de la guerra, la intriga y el asesinato; los negocios, la empresa, la pillería y la extorsión; el uso de las bardas y el panfleto para la denuncia política. ¡Qué semejanza entre los hombres de aquella época y la actual! ¡Qué semejanza entre aquellos tiempos y la época actual!
Los amantes de la historia, especialmente aquellos que se formaron en una visión crítica de la misma, pudieran ser muy duros a la hora de enjuiciar ésta serie de televisión. Y tal vez tengan razón. Apenas sí una breve imagen en relación al esclavismo y su importancia económica, si bien está presente a lo largo de la serie en voz y cuerpo de la servidumbre. Apenas sí algunas tímidas alusiones a los botines de guerra, saqueos, expropiaciones y repartición de tierras de la época. Evidentemente no se trata de un documental histórico; quienes quieran encontrar en ésta serie una lección de historia pura no la encontrarán, perderán su tiempo. No obstante, quienes intenten ir más allá de las condiciones materiales de la época y de sus contradicciones económicas, políticas y sociales; podrán recrearse en los usos y costumbres de la sociedad romana de estos tiempos de la mano de Lucio Vorenus y Tito Pullo.
Cien millones de dólares para 624 minutos de producción, excelentes locaciones, magistrales actuaciones, sonorización extraordinaria y diálogos inteligentes hacen de Roma, la serie de HBO-TV algo digno de verse para pasar un buen fin de semana.
Véase: http://www.hbo.com/rome/
1 comentario:
Buenas tardes, Juan José:
Enhorabuena por tu blog en general y por la entrada dedicada a Roma en particular. Una serie francamente recomendable, como lo es, sin duda, tu cuaderno de bitácora.
Saludos:
Begoña
Publicar un comentario