Repensando el quehacer de la Ciencia Económica; más allá del Pensamiento Único...
Brad DeLong nos comparte en su blog
Grasping Reality una carta de John Maynard Keynes a Roy Harrod del 4 de julio de 1938 donde establece algunas ideas torales en torno a una discusión que recurrentemente se hace presente en nuestra disciplina:
¿Qué es la Ciencia Económica? ¿Cuál es el quehacer de los Economistas? ¿Qué deberían de estudiar la Ciencia Económica y por supuesto los Economistas? ¿Cuál es el método de estudio con el cual debería de trabajar la Ciencia Económica el estudio de la realidad? El tema es fundamental y afecta no sólo el diseño de los planes de estudio y los contenidos de los programas universitarios donde se enseña la Ciencia Económica en el mundo; afecta también el diseño y la concreción de la Política Económica Internacional dominante y en esa medida el bienestar y la suerte de millones de empresas y de seres humanos en el planeta que se benefician o padecen los efectos de esas políticas. Como suele ocurrir frecuentemente con muchos temas en el campo de la Ciencia Económica, no existe un consenso único al respecto: personalidades tan disímbolas como Marx, Schumpeter, Keynes, Marshall, Buchanan, Robbins, Hayek, Friedman, Krugman y Hendri entre muchos otros han escrito abundantes disertaciones en torno al tema, por lo que es sencillo inferir que no existe una
idea única en torno a las preguntas arriba expuestas e incluso resulta complejo intentar formar agrupamientos.
La diversidad de ideas al interior de nuestra disciplina constituye fortaleza y debilidad a la vez y nos obliga a seguir debatiendo el tema y a continuar pensando-imaginando otras rutas posibles para el quehacer en la Ciencia Económica.
En particular rescato de la carta de Keynes a Harrod la siguiente parte, la cual me parece extraordinariamente vigente:
"Economics is a science of thinking in terms of models joined to the art of choosing models which are relevant to the contemporary world. It is compelled to be this, because, unlike the typical natural science, the material to which it is applied is, in too many respects, not homogeneous through time. The object of a model is to segregate the semi-permanent or relatively constant factors from those which are transitory or fluctuating so as to develop a logical way of thinking about the latter, and of understanding the time sequences to which they give rise in particular cases.
Good economists are scarce because the gift for using "vigilant observation" to choose good models, although it does not require a highly specialised intellectual technique, appears to be a very rare one."
Carta de John Maynard Keynes a Roy Harrod del 4 de julio de 1938.