Juan José Mendoza Alvarado
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Ayer expresaba que la mejor forma de realizar comparaciones en materia de stocks de deuda pública es a través del uso de indicadores relativos de la misma. Hoy recurriré a uno que es muy popular en la literatura económica especializada: la relación deuda pública (DP) a producto interno bruto estatal (PIBE) para mostrar los niveles de endeudamiento de Nayarit en relación al resto de estados de la república. Como se puede ver en la gráfica, Nayarit es el tercer estado más endeudado de la república mexicana al representar su deuda el 3.2% como proporción del total de bienes y servicios (PIB) producidos por la economía nayarita al 31 de marzo de 2010.
Ayer expresaba que la mejor forma de realizar comparaciones en materia de stocks de deuda pública es a través del uso de indicadores relativos de la misma. Hoy recurriré a uno que es muy popular en la literatura económica especializada: la relación deuda pública (DP) a producto interno bruto estatal (PIBE) para mostrar los niveles de endeudamiento de Nayarit en relación al resto de estados de la república. Como se puede ver en la gráfica, Nayarit es el tercer estado más endeudado de la república mexicana al representar su deuda el 3.2% como proporción del total de bienes y servicios (PIB) producidos por la economía nayarita al 31 de marzo de 2010.
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¿Qué trascendencia tiene esta relación deuda pública a producto interno bruto estatal? Si sabemos que el promedio nacional de endeudamiento público de los estados de la república es de 2%, podemos saber que Nayarit se encuentra en un 60% por arriba del porcentaje promedio de endeudamiento lo cual nos permite saber que no sólo es uno de los estados más endeudados en términos relativos al PIB estatal sino que su distancia respecto del promedio nacional es una de las más altas. Podemos saber, que la administración actual está internalizando el costo de oportunidad de ejercer los recursos financieros hoy, en lugar de que lo hagan las administraciones y ciudadanos del mañana. Todo esto sería intrascendente si no fuera porque el hecho de comprometer hoy los recursos financieros de las generaciones y administraciones gubernamentales del mañana sólo se justifican, si la inversión pública de carácter social ejercida en el presente tiene un impacto positivo para las generaciones futuras. Esto es, nadie cuestionaría el endeudamiento público gubernamental si tuviera la certeza de que la inversión pública realizada hoy es la más necesaria y la más importante. Sobre este punto en particular, me parece que la actual administración gubernamental no ha hecho por completo la tarea de información y sensibilización de la ciudadanía y de los actores políticos. La estrategia de incrementar la competitividad de la ciudad de Tepic dotándola de infraestructura urbana e hidráulica para hacerla más atractiva como punto de visita turística y articularla con el desarrollo de Nuevo Vallarta es una buena idea. Esta buena idea, sin las autopistas adecuadas: Tepic-Compostela y Compostela-Nuevo Vallarta quedará lastimosamente inconclusa para la mayoría de los nayaritas. Aceptando sin conceder: ¿era esta la mejor estrategia de desarrollo para la economía nayarita que justificase amplia y sobradamente el endeudamiento de la economía nayarita? ¿Tendremos el tiempo y los recursos financieros suficientes para verla concretada antes de que termine el presente sexenio gubernamental?...
